Con el nuevo día decidimos adentrarnos en el pueblo de Mojácar considerado uno de los pueblos más bonitos de España, situado a 8 km de la urbanización donde se encuentra ubicado nuestro hotel.
A medida que te vas acercando a Mojácar ya se respira la magia especial que vas a encontrar allí, la estructura es de típico pueblo andaluz, con sus casas blancas encaladas que se han ido extendiendo a lo largo de la montaña.
El coche se puede dejar en el parking, recomendamos que lo más cercano posible a la parte alta, ya que debido a su disposición hay que ir preparado mental y físicamente para subir y bajar sus empinadas cuestas.
Aunque por supuesto destaca su pequeña zona comercial, plagada de pequeñas tiendas apelotonadas donde puedes encontrar todo tipo de suvenires.
Lo mejor sin duda es el mirador de la plaza nueva, data del siglo XVI, es el punto neurálgico del pueblo y donde se desarrolla gran parte de su actividad
Desde el mirador se pueden divisar las sierras de Cabrera, Bédar y Almagrera, así como algunos de los pueblos vecinos desde la montaña hasta el mar: Turre, Bédar, Los Gallardos, Vera, Garrucha..
También destaca la Iglesia de Santa María, que data del siglo XVI, emplazada en la antigua ubicación de una mezquita árabe, su misión a lo largo de los años ha sido de lugar de culto así como de fortaleza.
También destaca la estatua de mojequera, localizada en la plaza de la iglesia, realizada en mármol blanco y ataviada con traje típico sostiene un pañuelo árabe entre los dientes y sobre la cabeza porta un cántaro blanco.
Aunque lo mejor sin duda es pasear por sus calles y dejarse perder por ellas, deambular sin rumbo fijo a lo largo de sus cuestas y parar de vez en cuando en algunos de sus bares a reponer energías, ese es, sin lugar a dudas el mayor encanto de Mojácar, y cuando hayamos acabado de exprimir su belleza podemos irnos directos a sus playas a disfrutar de un refrescante chapuzón, además de disfrutar de sus increíbles paisajes.